domingo, septiembre 04, 2005

Capítulo 1. Primera parte: La Misión Inconclusa.


Capítulo 1
.
Primera parte.
La misión inconclusa.


Hace un poco más de cuatro años que Ojos de Fueyo había salido de la puerta negra tras haber hablado con su jefe. A nadie le extraño que saliera con su conocida sonrisa falsa, lo que significaba que le habían dado una misión fuera del país. El agente hizo lo habitual, se dirigió a su escritorio, tomó un libro y una carpeta con papeles que guardaba celosamente bajo llave, en el mismo cajón de siempre, para luego colocarse su anticuado sombrero negro y después perderse de la vista de todos, sin despedirse. Sin embargo, sólo aquellos que ya llevaban más de 10 años trabajando para la Fundación, y que por lo demás ya conocían muy bien a Ojos de Fueyo, pudieron percatarse que había algo que hacía distinto este viaje a otros. Se veía cansado, distraído, y un par de ojeras lo hacían verse un poco más triste de lo que se mostraba siempre en su oficina.

Nunca nadie supo con certeza cual era la misión real que Ojos de Fueyo tenía, ya que al parecer se desvió de la que le había encomendado su superior. Como era habitual, al día siguiente partió de Santiago rumbo a su destino sin decir absolutamente nada, no sólo por su estricto apego a las normas sobre privacidad y secreto profesional que lo regían, sino que también porque desde muy niño fue reservado.

Desde ese día muchas personas han abierto la mal llamada puerta negra, pero no por el agente Ojos de Fueyo.

A los diez meses después, llegó una carta dirigida a la Fundación, y que no tenía destinatario específico, así que Teresa Clark la encargada de recepción, abrió sin ningún temor la carta, después de todo ya había abierto miles de cartas sin recibir reclamo alguno de parte de nadie. La carta provenía de un lugar que Teresa no había escuchado en su vida jamás, The Palomera's Island, en el interior del sobre venía una corta nota que decía: “Ojos de Fueyo no llegó a la Casa 105, lleva 10 días desaparecido”, la nota no venía firmada por nadie, pero tenía un membrete que decía Agrupación de Egresados.

Un fuerte escalofrío recorrió la espalda de la secretaria mientras se le erizaba la piel. Lejos de estar triste por la noticia, estaba muy emocionada, porque por fin después de pasar muchos meses aburrida tenía la copucha más buena desde que inventó el divorcio entre Piero y Manuel. Sin esperar más tiempo, fue corriendo hasta el segundo piso del viejo edificio, extendió sus brazos y gritó como si se hubiese ganado la lotería, “jefe jefe Fueyooooooooo se murió, Fueyoooooo se murió”, mientras en una mano tenía el sobre y en la otra la nota.

La paz en la oficina se quebró inmediatamente ante la trágica noticia, y por un minuto las miradas se fijaron en Teresita, quien se volvía a sentir importante. La puerta negra se abrió y apareció el señor Montero, el jefe. Las miradas inmediatamente cambiaron de dirección, todos quería saber si el director volvería a armar el típico escándalo de siempre, pero todos se equivocaron, ya que se limitó a hacer un gesto, y pedirle a Teresa que entrara a su despacho.

Todos volvieron a sus labores habituales, aunque nadie estaba concentrado, era obvio que todos se derretían por saber que estaba ocurriendo en la habitación contigua. Nueve minutos después se volvió a romper la calma, pero esta vez en absoluto silencio, Teresa salió mucho más calmada, con la frente en alto, aunque con un rostro muy serio y enrojecido por la rabia que trataba de no demostrar. Nadie se atrevió a preguntar nada a pesar de la enorme curiosidad que los invadía.

Esa misma tarde, y casi al final del día, cuando ya todos contaban los minutos para irse a sus casas, el funcionario más joven y más delgado de toda la Fundación, fue llamado por el jefe, ahí le sería encomendada su primera misión, su nombre era Daniel Etcheverria. El joven se dirigió a la oficina, saludó al señor Montero, y éste le pidió que tomara asiento; el nerviosismo del joven era evidente, le temblaba la voz y una gota de transpiración le recorría su frente. Tenía motivos para estar así, después de todo llevaba tan sólo dos meses en la institución y había cometido un par de errores graves, si bien últimamente no había cometido ninguna equivocación, temía una nueva reprimenda o lo que era peor, un eventual despido, y en su cabeza trataba de buscar la razón del llamado, pero su esfuerzo era en vano.

El jefe fue escueto y preciso, le dijo que se calmara y que ahí tenía los antecedentes de su primera misión en una delgada carpeta, junto a una carta de instrucciones, y un boleto de avión para las 16:00 hrs del día siguiente, con destino a The Palomera's Island. Dicho esto le deseó buen viaje y le indicó que ya se podía retirar.

Cuando salió no se pudo despedir de nadie, no porque no quisiera ya que había mucha gente que sabía que extrañaría, sino porque ya todos se habían ido. Al ver los pasillos vacíos se sintió más solo que nunca, había algo en su interior que le indicaba que ese viaje no iba a ser precisamente un viaje de placer, ni mucho menos unas vacaciones. Se despidió de la única persona que estaba en ese lugar, un guardia que no conocía y del cual nunca supo el nombre. Se lamentó falsamente el abandonar el calor que había en la Fundación, para dejarse abrigar por un fuerte viento helado. Pero lo único que deseaba realmente era llegar a su casa.

Cometió el error de irse a casa caminando ya que vivía cerca. Pero la caminata y el frío imperante en esa tarde de Agosto no hacían más que aumentar los pensamientos de fatalidad y de miedo hacia lo que le esperaba; después de todo, Ojos de Fueyo podría estar muerto, y él podría ser el siguiente. Como era de esperar, inmediatamente al llegar a casa, Daniel encendió la única estufa que tenía, y se dispuso a hacer las maletas pensando en si volvería a su casa pronto.

Cuando ya había arreglado todo, tomó la carpeta que le dio Montero con mucha ansiedad, y con las esperanzas de tranquilizarse leyó todos los papeles una y otra vez, pero su nerviosismo lo llevaba a entender muy poco de lo que leía. La carta de instrucciones era mucho más breve que lo que le había dicho el jefe. Junto con indicarle todas las reglas sobre mantener la discreción, le indicaba que debía llegar a la Isla, alojarse en el Hotel Nelson donde ya estaba hecha la reservación y que sólo podía comunicarse con el propietario de ese lugar que tenía el mismo nombre. Esa persona le entregaría las indicaciones para encontrar a una persona que lo llevaría hasta la Agrupación de Egresados de la Isla, para recopilar todos los datos posibles relativos a la desaparición de Ojos de Fueyo, y que se pusiera al tanto de su investigación si el agente perdido no reaparecía dentro de los 15 días siguientes a su arribo a The Palomera's Island.

La carpeta contenía variada información, se dividía en dos partes, una se remitía a la antigua misión de Ojos de Fueyo, y que se componía de algunos informes secretos del ya mencionado agente, variadas cartas del señor Montero, y muchos recortes de prensa que hablaban de secuestros, desapariciones, extraños sucesos en la isla, y una serie de mitos y leyendas que los isleños usaban para explicar tales hechos. La segunda parte, era un poco más aburrida, ya que se dedicaba a explicar las costumbres, un poco de la geografía del lugar, los sitios turísticos, las comidas, etc.

Daniel no pudo dormir bien esa noche, por su cabeza pasaban una y otra vez las imágenes del día, los gritos de Teresita, la mirada parca de su jefe entregándole la carpeta, más lo que salía en los recortes de prensa.

Al día siguiente llegó muy temprano al aeropuerto, abordó el avión y durmió prácticamente todo el viaje, se despertó muy poco antes de aterrizar, y fue en ese entonces cuando tuvo la primera imagen de la isla, su primera impresión fue que era mucho más grande de lo que imaginaba, y que prometía ser hermosa. Lo único que quería en ese momento nuestro joven amigo era pisar por primera vez ese suelo, y enfrentar lo que le esperaba, no sabía que desde ese día aquella isla paradisíaca iba a ser su droga de por vida, transformándose en su fuente de amor y dolor, de sueño y pesadilla, y de angustia y tranquilidad.

4 comentarios:

Anónimo dijo...

ta super daniel! yo tb actualicé mi blog!
sabes si hay alguna forma de ver en los blogs de msn quien ha entrado a verlo?? grax.

Anónimo dijo...

la historia es super interesante dani espero que la continues pronte y la mantengas tan entrete como hasta ahora porque para los que no nos gusta leer esta interesante se despide Carlitros Carrillo P.

Anónimo dijo...

Te felicito por tu introducción a la historia!, está re interesante...promete ser una gran novela!, me muero por leer el 2º capítulo!!!!

Conita Gumucio.

Maga dijo...

Uuuuu!!!! :)! Nice!