sábado, agosto 20, 2005

Rompiendo un juramento.


He tomado la gran decisión de volver a The Palomera's Island, aquel místico, extraño y primitivo lugar que juré hace años no volver a pisar. Llevo dos largos días sin dormir, la misma cantidad de días que han pasado desde que recibí la carta de Mamá Cony informando la desaparición de Cecita. La verdad es que hace mucho que no hablaba con Cecita, pero no le di mayor importancia hasta el mensaje de Mamá Cony, en su casa de Miami no contestan, y su celular está apagado. Ojalá que sólo sea una falsa alarma y que se encuentre bailando música Juju en alguna parte de esa bendita isla, que tanto odia y ama a la vez. Aunque en realidad temo que esta mujer se haya armado de valor y se haya internado en los bosques para descubrir que pasó realmente con Ojos de Fueyo.

A pesar de estar decidido, aún tengo temores. Tengo tanto miedo a que la Reina Fabiola se entere de mi presencia en la Isla y que nuevamente me invite a esos almuerzos forzados en honor a Abú-Edú. No es que tenga nada contra la Reina, pero tiene algunas costumbres propias de la Isla que aún no puedo soportar. Además, a esos banquetes, generalmente van personas que nunca han sido de mi agrado, sobre todo aquella periodista del único diario de la zona Arancibia's News, su nombre es muy apropiado Aleja-Té, en fin, creo que es la única periodista del mundo que pregunta y se responde sola, para luego auto-corregirse, y auto-entrevistarse en tu presencia. Tampoco es de mi agrado soportar los sesgados comentarios de Acuneo Cuneo, sobre la ingratitud de los isleños y su manifiesto descontento, sin siquiera hacer una revisión de su administración que está dejando bastante que desear. El hecho de recordar a esa gente me hace entender el porqué Ticia escogió irse a sus anheladas “Américas".

Ignoro que me espera en aquellas lejanas tierras, tengo tantos sentimientos encontrados que reflotan, por un lado me pone contento volver a esa tierra, por otro lado no quisiera repetir malas experiencias. Me es imposible olvidar las divertidas playas de Las Verónicas, un lugar donde está absolutamente prohibido estudiar; cómo no recordar también, la fortaleza y la lucha contra el machismo de Agua Hirviendo; o la contestataria música de la Leona de la Frontera; o como evitar no conmoverse con el amor prohibido entre Labo-Jara y Ona-Legal.

Creo que el recuerdo más emocionante fue el de mi visita al Cerro Escalera durante mi primer viaje a la Isla, estaba muy ansioso por ver con mis propios ojos El Faro Mágico. Recuerdo que me acompañó Mamá Cony para que no me perdiera en el lugar, subimos un bellísimo cerro con forma de escalera (de ahí su nombre), y al llegar a la cumbre Mamá Cony me señaló el cielo. Sentí un escalofrío, estaba viendo algo maravilloso, había un faro en el cielo, cerca de las nubes, un faro que sólo se veía llegando a la cumbre del cielo. Según la leyenda, el Cerro Escalera era mucho más grande en la antigüedad de lo que es ahora, y el Faro fue construido para iluminar a todos los aspirantes al gran Título en su camino para encontrar las respuestas del Examen Final; pero a medida que cada generación de aspirantes cae en ingratitud con la ayuda que les entrega el Faro, el cerro pierde un escalón.

Yo nunca pensé que la imagen más impresionante, estaba por venir. Al bajar el Cerro, Mamá Cony y yo vimos a una mujer pasar a nuestro lado, mi querida amiga se puso nerviosa porque tenía todas las características de uno de los seres más místicos de la Isla, La Niña de la Palomera. Con mi curiosidad de siempre, me di vuelta y me escondí torpemente entre las plantas, Mamá Cony trató de hacer lo mismo que yo, por supuesto que todo fue inútil, la misteriosa mujer nos vio, nos miró fijamente, sonrió, y desapareció, esa fue la primera vez que vi a la misteriosa Niña de la Palomera. Lamentablemente, Mama Cony y yo cometimos el error de hablar de este tema en las oficinas del alcalde, en donde hasta el día de hoy somos blanco de burlas de las secretarías del lugar.

Bueno, es hora de ir a dormir, y dejar de alimentar mis temores y ansias, ya que ya falta poco para volver a la tierra más mágica del mundo, The Palomera's Island.

EXTRACTO DE LA BITÁCORA DE DANIEL.

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